Recomendación: Stoner de John Williams
- eltiempoperdidolib
- 20 jul 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 5 ago 2024
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"«Deseo y aprendizaje»", dijo Katherine una vez. «En realidad eso es todo, ¿verdad?»"
Stoner es el relato de una vida entera. Nacido a una familia humilde de granjeros, William es enviado a la Universidad para estudiar agricultura. Silencioso y dolido, el joven Stoner se marcha a Misuri a pesar de su secreto deseo de que las cosas no cambien y de que su familia le retenga. Pero en la universidad Stoner se topa sin querer con la literatura, y de pronto sus planes cambian. Él cambia.
Stoner es, en verdad, el relato de un profesor. De la vida del académido, de la burbuja de la universidad, y en concreto de la experiencia de la literatura de alguien que cae, sin querer, en sus manos. En medio de su experiencia universitaria, Stoner decide cambiar de estudios, sin avisar a sus padres, que esperan su regreso a la granja. La decisión de que permanecerá en la ciudad y se dedicará a la academia es aceptada con tristeza y en silencio, que parece ser también el lenguaje de nuestro protagonista.
Stoner vive una vida: se casa, tiene una hija, se enamora. Stoner vive una vida que avanza a su pesar, y sin que él sepa controlarla. Se convierte en lo que la vida hace de él, y él lo acepta, el amor por la literatura, por su hija, por Katherine, pero también por su esposa, con quien ni si quiera comparte cama, son el motor de una existencia que parece marcada por el fracaso o la decepción.
"Debes recordar lo que eres y en quien decides convertirte, y la significancia de lo que estás haciendo. Hay guerras y derrotas y victorias de la humanidad que no son militares y que no quedan grabadas en los anales históricos. Recuerda eso mientras decidas qué hacer."
Stoner no es el relato de una vida mediocre, es el relato de una existencia, que no es extraordinaria porque, como anuncia la novela en su primer párrafo, su término no es dramático, porque las personas que la acompañaron no la recuerdan cuando la deja. Y aún entonces el lector pasa por un duelo en su lectura: quizás esa es la tragedia de Stoner, que la muerte es siempre fracaso, que la vida es siempre fracaso, y que nunca será suficientemente mediocre como para que se eclipse la condición agridulce de cualquier vida: haber amado y tener en algún momento que dejar de hacerlo.
"Había buscado la singularidad y la tranquila pasión conjunta del matrimonio, Había tenido eso también, no supo qué hacer con ello y murió. Había buscado amor y había tenido amor, y había renunciado a él, lo había dejado marchar en el caos de la potencialidad. Katherine, pensó. «Katherine».
Y había querido ser profesor, y lo fue, aunque sabía, siempre lo supo, que durante la mayor parte de su vida había sido uno cualquiera. Había soñado con un tipo de integridad, un tipo de pureza cabal, había hallado compromiso y la desviación violenta de la trivialidad. Se le había concedido la sabiduría y al cabo de largos años había encontrado ignorancia. ¿Y qué más?, pensó. ¿Qué más?
¿Qué esperabas?, se preguntó."
Stoner es una buena lectura de verano, es fácil de leer pero requiere algo de compromiso. Es uno de esos libros con los que se establece un vínculo, un libro que conmueve por su honesta (y seria) sencillez y un personaje que (paradójicamente) no se puede olvidar con facilidad. Una buena lectura para un melancólico domingo, caluroso, lento. Os adjunto aquí los enlaces para comprar Stoner:
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